La carretera que une Cangas del Narcea con Villablino pasa por el puerto de Leitariegos, donde se asienta el típico pueblo de igual nombre (el más alto de Asturias, a 1.525 metros). Lugar ideal para iniciar atractivas excursiones montañeras, como la del cimero Cueto de Arbás (el más occidental de los picos de la Cordillera Cantábrica que sobrepasan los dos mil metros), la de Peña del Miro, El Pando, o a las lagunas de Viveiro y de Arbás. La más fácil de visitar nos parece esta última.

Tanto desde el puerto, como desde el pueblo de Leitariegos se accede con comodidad tanto al Cueto de Arbás como a unas lagunas poco conocidas pero que merecen la pena ser visitadas, especialmente la de Arbás (o Laguna del Cueto), que es la mayor de ellas. La caminata es tranquila y de una hora escasa.

Partimos de Leitariegos por una ancha pista que sale, en dirección Suroeste, de la carretera general (AS-213) a la altura de la base del remonte mecánico de la estación de esquí. En la ascendente caminata veremos primero, sobre nuestras cabezas, las instalaciones de telesquis o telesillas de esta pequeña, pero interesante, estación invernal, y al otro lado de la carretera, al Sur-Este, las grandes explotaciones mineras a cielo abierto, que causan daño al paisaje y al ecosistema, especialmente a la fauna y en particular al oso pardo, antaño frecuente en esta zona, ahora de paso en ciertas épocas.

Poco tiempo después tendremos a nuestra derecha una depresión del terreno con una laguna temporal, donde van los excedentes de agua de la laguna de Arbás. A la izquierda hay un  área recreativa de la Consejería de Agricultura, con parrillas, mesas y bancos rústicos, así como papeleras (pero mejor es llevar los desperdicios cada uno para casa y no dejar nada allí, en el monte). Ese parque rural se denomina de Valdecuélebre o de Leitariegos.

Seguidamente está  ya la laguna de Arbás, a unos 1.700 metros de altitud, al pie del cimero Cueto de Arbás. Al Noreste de ella y algo escondida entre la maleza, hay otra pequeña laguna, en un plano más abajo, dando vista al pueblo de Leitariegos; y al Noroeste, en un plano mas alto, hay otra laguna (más bien es una "charca" grande). Desde la laguna de Arbás, tomando un sendero que asciende en dirección Sur, se puede ir en pocos minutos a otra pequeña laguna, conocida como la del Rapao, pues esta al pie del pico del mismo nombre.

Estas lagunas, como las demás de la Cordillera Cantábrica y de los Picos de Europa, están sometidas a un fuerte proceso de desecación, generalmente por causas naturales, así como también por las continuas explotaciones mineras y atentados ecológicos de todo orden que se suceden, continuamente, en la bella Naturaleza asturiana, y que poco a poco terminarán con este "paraíso natural".

Las citadas lagunas están rodeadas de piornos y tojos, donde suelen refugiarse jabalíes, zorros, comadrejas, tejones, turones, garduñas, martas y reptiles o anfibios... Mientras en las altas cumbres corretean los rebecos y ocasionalmente se ve algún oso y lobo, aunque estos se esconden en los espesos bosques, para escapar de la continua persecución a que les somete el ser humano. En los cielos puede contemplarse el vuelo de aves rapaces.

La laguna de Arbás cuando esta llena es de considerable tamaño, y de un bello color azul-verde. En el invierno suele estar helada y tapada por la nieve (hay quien se aventura a esquiar sobre ella). La zona lacustre se conoce por Los Fueiros o Monte Valdecuélebre y desde ella se asciende por la cañada de La Bobia, al Cueto de Arbás, a través del collado de La Fanetina y Fana Pequeña y Fana Grande.

 
 LEITARIEGOS Y LA LAGUNA DE ARBAS

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