En el concejo de Cangas de Onís, así como los limítrofes, se pueden hacer numerosas actividades en la Naturaleza, en especial en los Picos de Europa. Pero hay otras montañas, más modestas, que merecen la pena de ser visitadas. Entre ellas está  en Picu Arbolín.

Sobre la primera capital de Asturias, Cangas de Onís, se alza una montaña de poca envergadura, dado que tan solo tiene 573 metros sobre el nivel del mar, pero que vista desde abajo, desde la capital canguesa, parece muy alta. Esta montaña se compone de dos cimas y varios collados y es conocida desde siempre por los habitantes de esa bella localidad, como el Picu Arbolín, dado que, al parecer, antaño había allí un  árbol solitario. Para unos era un roble, paro otros un castaño o haya... Muchos cangueses realizan allí frecuentes excursiones, por lo menos una vez al año. Y estas, como nos comentaba un buen amigo, se recuerdan siempre a través de los años. Pues las pandillas de jóvenes lo tienen con una meta para ir de gira campestre. Ahora, en la cimera del Picu Arbolín hay un repetidor, como en muchos otros montes de Asturias. Y es que la señal para las cadenas de televisión o para la telefonía móvil hace que muchos picos se vean ya "profanados" por esos nuevos artilugios

El Picu Arbolín visible desde muchos lugares, ofrece asimismo, como es lógico, extraordinarias panorámicas de Cangas de Onís, Parres, Ponga, Amieva, Onís, Piloña y otros municipios limítrofes, así como de los Picos de Europa y Cordillera Cantábrica. Relativamente cercano a él están las sierras del Sueve y del Fitu (al Noroeste) y de Santianes-La Escapa, con el Mofrechu (al Noreste).  Cerca del Picu Arbolín se encuentran los montes de Oliciu (al Oeste) y Parda (al Norte), así como de Labra (al Este). La belleza de la zona es muy grande.

Para ascender al Picu Arbolín lo mejor es partir de Cotranquil, en las afueras de Cangas de Onís, junto a la capilla de la Santa Cruz (que mando construir Don Pelayo, sobre un antiguo dolmen). La carretera de un par de kilómetros, o los senderos que la bordean, nos llevarán en poco tiempo al pueblo de Llueves, siguiendo la dirección norteña. En Llueves, junto a su típica y ancestral iglesia se debe de parar un buen rato para contemplarla y descansar viendo en lo alto el Picu Arbolín. Las nobles gentes de Llueves y su aldea reconfortan de la pequeña subida.

Desde Llueves sale una pequeña carretera de montaña en dirección al pico y que sigue luego al pueblo de Triongo, a orillas de Sella. Esa carretera pasa por las aldeas y quintanas de La Cetrera, Oliciu, Texidi y Carcéu. Y es una interesante travesía, por caminos, antiguas sendas pastoriles o por la citada vía, ir de Llueves a Triongo, bordeando (o subiendo) al Picu Arbolín y al Monte Parda. Asimismo, desde el parador de Villanueva (antiguo Monasterio Cisterciense) se puede ir por un antiguo camino hasta Llueves.

La subida al Picu Arbolín se remata, por pista de montaña (y senderos) que salen cerca de Llueves y que en menos de una hora de tranquila marcha a pie nos ponen en lo alto de pico (en cualquiera de sus dos cimas). La fácil subida no tiene complicación y es muy llevadera. Lo malo si hace calor, es que el Picu Arbolín ya no cuenta con árboles que nos den sombra.

En la zona, en especial en la parte baja donde aún queda algún bosquecillo, se refugian los jabalíes, corzos, zorros y ardillas. En el cielo se pueden ver las siluetas de las  águilas, buitres y halcones.

 EL PICU ARBOLÍN

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