En el concejo de Tineo se conjugan la Naturaleza pura y la belleza monumental, así como la rica ganadería y abundante fauna salvaje, los restos megalíticos y los yacimientos auríferos o el arte sacro y los antiguos caminos reales, tanto vías romanas como posteriormente el Camino de Santiago. Así como árboles notables. El Carbayón de Valentín es uno de ellos.

En Tineo hay muchos lugares para visitar, desde la Fana de Genestaza y el bello y monumental pueblo de Tuña, hasta el aurífero Navelgas, pasando por los dólmenes de Merillés y El Baradal, los monumentos naturales del Carbayo de Valentín y La Fayona de Eiros (catalogados en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias, PORNA), los paisajísticos Casa del Puerto y Alto de Bustellán, con afamadas brañas vaqueiras (como ocurre en Aristébano) o el casco histórico de la capital y su entorno. En sus montes y bosques abunda la fauna salvaje, destacando por su valor ecológico los osos y urogallos.

Una buena excursión, fácil y placentera, se puede iniciar en la afamada localidad de Tineo, capital del concejo, a donde se llega bien por las carreteras AS-216 (que viene del Alto de La Espina y sigue a Tineo) y AS-214 (que viene de Cangas del Narcea y de Soto de La Barca), entre otras, como la de la costa, por la sin par Navelgas... De Tineo se puede ir por la carretera AS-217 (Tineo-Pola de Allande) y un poco antes del pueblo de Gera, girar por la carretera local TI-5 y luego por otra "carreterina" a la izquierda que va a la aldea de Valentín.  Allí está el "carbayón" famoso, junto a una antigua venta o casería, con una ancestral ermita o capilla, dedicada a San Pedro.

Recientemente estuvimos en ese mítico lugar, contemplando el Carbayón de Valentín (así lo denominan en el PORNA) y vimos como cerca de una veintena de jóvenes aspirantes a voluntarios de la Sección Verde de Protección Civil de Gijón se afanaban en rodearlo con sus brazos, mientras unos biólogos o educadores medioambientales les deban determinados detalles del mismo y de la zona. El viejo y gran roble (según la declaración de monumento natural en el PORNA) tiene más de 500 años, aunque en el Libro de los Testamentos (del siglo XII) se habla de un carbayo centenario en esa misma zona, que bien podría ser este...  La Gran Enciclopedia Asturiana señala que el Carbayón de Valentín es citado en documentos anteriores al Descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Tiene unos 8 metros de alto y 10 metros de cuerda (que es el diámetro del árbol, medido a un metro y medio de altura).

Para ir a la Fayona de Eiros, se sigue por la citada carretera AS-217 y tras pasar los pueblos de San Facundo y San Félix se llega a Eiros. Pasando antes por un cruce, donde se toma el ramal de la derecha, pues el de la izquierda va en dirección al pueblo de Lago (este "Lago" es el de Tineo, no hay que confundir con la aldea del mismo nombre en Allande, pues en Asturias hay varios pueblos con ese mismo topónimo).

La Fayona de Eiros es mucho menos vistosa que el Carbayón de Valentín, aunque tiene una veintena de metros de alto y una treintena de diámetro en la copa, así como 5 metros de cuerda. Se calcula que sobrepasa los 200 años.