Consejos prácticos:
La fabada clásica es siempre con carnes y embutidos de cerdo. Sin embargo, les fabes se guisan magníficamente con otros ingredientes, dando lugar a multitud de platos en los que les fabes absorben los sabores de los distintos "compangos", por llamarlos de alguna manera: fabes con libre, con perdiz, con jabalí, con corzo, con gallina, con almejas, con centollo, con oricios...
Preparación:
"Les fabes" se ponen en remojo, en agua fría, desde la noche anterior. En una pota de tamaño adecuado se disponen las carnes del cerdo y, encima de ellas, les fabes; se cubren con agua fría y se acercan al fuego, espumándolas en cuanto rompa a hervir.
En ese momento se baja el fuego y se dejan cocer lentamente con la pota un poco destapada procurando siempre que les fabes estén cubiertas de agua. De vez en cuando, se "espanten les fabes", es decir, se frena la coción salpicando con agua fría, para que se hagan más despacio. El hervor debe ser regular y homogéneo y conviene sacudir, ligeramente, la pota de vez en cuando, para que no se peguen les fabes al fondo. Antes de hervir se comprueba de sal y se rectifica.
Ingredientes: