Junto al río Sella, bordeándolo, había dos calzadas romanas importantes, una bajaba del puerto del Pontón ("Senda del Arcediano") y otra, por la orilla izquierda venía de los altos de Ventaniella y Arcenorio ("Calzada de Ponga"). Actualmente de ellas solo quedan algunos restos, los más significativos los puentes de Los Grazos y de Cangas de Onís

El caudaloso y hermoso río Sella, verde y plateado (esto último por el color de las escamas de sus salmones) antiguamente fue conocido con el nombre de Saelia. Nace en Junsella (o Junseya) cerca del puerto del Pontón, siendo su principal fuente o manantial el Güeyu del Zalambral. Jovellanos, sin embargo, decía que el verdadero Sella era su afluente el río Ponga, situando su nacimiento cerca del puerto de Ventaniella, donde nace este tributario.

Dos calzadas romanas o caminos reales de cierta importancia durante muchos siglos son los que venían de los citados puertos. Bajando del Pontón, por su margen derecha estaba la afamada "Senda del Arcediano". Y, por su orilla izquierda venía la llamada "Calzada de Ponga", desde los altos de Ventaniella (y hay quien piensa que también del recóndito y bello puerto de Arcenorio).

La "Calzada de Ponga", en el concejo que le da nombre tiene aún vestigios de esa vía romana, por ejemplo en la majada del Xierru, junto al puerto de Ventaniella; y en las proximidades de la Cazo y Sellaño... Asimismo entre los puentes romanos de Los Grazos y de Cangas de Onís (que aunque se dicen ahora medievales la base, por lo menos, no hay duda que tiene origen romano) hay varios contrafuertes de la calzada, cruzando por tierras de Amieva y Parres... Y, al final, junto al citado puente, también de Cangas de Onís.

Un buen paseo en plan excursionista, de unos diez kilómetros de longitud, es el que se puede hacer entre esos dos puentes romanos: Los Grazos y de Cangas de Onís. Pasando por las típicas aldeas de Pervis, Corigos, Teyacrespa y Miyares.

Estas localidades están a la sombra de las maravillosas montañas de la sierra de Faces (también con sendas romanas), Cantu Tebrandi y Mota Cetín... Luego se sigue, tras juntarse el río Dobra con el Sella, cerca de Puente Dobra (también romano y por donde venía la calzada llamada modernamente "Senda del Arcediano") frente al sin par Tornín, así como a Caño, con sus presas y centro de salmónidos.

Tras saltar y pasar por ese empedrado y rústico sendero ribereño, o si se prefiere por la carreterina que ahora tapa la calzada, se sigue por el hermoso pueblo de Aballe, con renombrada capilla, para seguir por la Huera de Dego y Degu, hasta el Fabar, Sotu de Degu y Caxidi (con apellido de vaquero famoso de los tebeos antiguos). Finalmente el "caleyón" nos conduce al famoso puente de Cangas de Onís, tras unas dos o tres horas de placentero paseo por las orillas del Sella.

Junto a Tornín, donde se junta el Sella y el Dobra (con un maravilloso color esmeralda, al estilo de la belleza del Cares) se puede cruzar por un puente colgante y descansar o reponer fuerzas en el buen bar y restaurante llamado "Puente Dobra"... Y después seguir la caminata otra vez, dejando en lo alto el típico pueblo de Vis.

 
LA "CALZADA DE PONGA", DE LOS GRAZOS A CANGAS 

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