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Entorno al Puente Romano de AbándamesEs una desgracia cultural que se permita el paso de vehículos por algunos puentes romanos en Asturias, como por La Puente VieyuEn Asturias es una verdadera pena, o calamidad pública, que aún en estos tiempos se permita el paso de vehículos pesados (por ejemplo tractores con remolque) por encima de los puentes romanos, o medievales, pues lo que duro muchos siglos, se puede venir abajo en cuestión de minutos por ese lapsus cultural. Estos puentes suelen llamarse “Vieyos”, pues cerca hay otros más nuevos, que son los que se tenían que emplear para ese menester.
Un ejemplo de tamaño despiste es el puente romano de Abándames, o de Rodrigueru, también conocido como La Puente Vieyu, en Peñamellera Baja, cerca de su capital Panes, aunque los pueblos más próximos, que parece ser unía antaño, son de los que recibe el nombre, lógicamente, Abándames y Rodrigueru. Ese gran puente de un solo y alto arco, de ”medio punto”, está situado sobre el río Cares, a pocos metros de La Molinuca y La Serna. En el recorrido de este famoso río, aguas arriba, hay varios más de esa época, como el de Mier (o Puente Lornia); y Puente La Vidre, cerca de Trescares; y en sus proximidades están, aunque sobre afluentes del Cares, en la misma localidad de Mier el pequeño Puente del Molín (sobre el arroyo La Boluga) y entre Trescares y Ruenes el hermoso Puente Bermudia (sobre el río Jana). En plena carretera AS-114, tras dejar Abándames o la desviación a Cerevanes y Cavandi, si venimos de Panes; o tras dejar La Molinuca, si venimos de Arenas o Niserias, se puede ver sobre el Cares La Puente Vieyu (o de Abándames), Allí comenzará la caminata tras contemplar este milenaria joya romana, que ahora tiene los pretiles muy dañados por los golpes de los vehículos que por él pasan (los dos últimos porrazos son de 2009). Tras cruzar el puente se sigue por la antigua calzada hasta las cercanías de la iglesia de San Pedro de Tobes, aunque una caleya-pista, al Oeste, nos puede llevar en similar tiempo a la aldea de La Serna (con palacio) al píe de la Pica de Peñamellera, límite de los dos concejos del mismo nombre. Subiendo lentamente por “carreterinas” llagaremos a Bores (con el palacio de Hoyos). De este lugar se puede ir a Valleju Los Prados, al Sur, o seguir la dirección Oeste y, por pista medio asfaltada, subir al collado Serna… En total desde el puente de Abándames se tardará a paso suave un par de horas en llegar al alto, donde se divisan bien los valles de las dos Peñamelleras y el río Cares, al fondo. De allí se baja en una hora al pueblo de Mier. En él, en corto paseo, se pueden ver otros dos puentes romanos, uno en el centro del pueblo, sobre el arroyo La Boluga (o Voluga) y que se llama del Molín, pues cerca había un famoso molino harinero (del que quedan restos y el canal que lo abastecía).
Luego, junto a la conocida Casa de La Molinera, al final del pueblo y siguiendo el Cares, aguas arriba, sale una “caleya” que era la antigua calzada; y recorriéndola a paso tranquilo en pocos minutos nos sitúa en Puente Lornia (o La Puente Ornia) de traza romana, aunque con modificaciones. Con lo cual comenzamos la caminata en un puente romano y terminamos en otro, aunque más modernizado y con barandilla. Realizando así una interesante caminata de unas 4 horas, en verdad de Naturaleza y Cultura, por un tramo de la calzada romana que unía las Peñamelleras, Cabrales y Onís, con el centro de la región; y que seguía los ríos Cares, Jana y Casaño, siendo conocida como la Vía de Agripa. Ahora se intenta poner en valor antiguas sendas, dentro de la red nacional denominada Caminos Naturales y de la que tratamos en estas páginas recientemente; pero al parecer va un poco desorientada, pues no sigue estas vías históricas, si no carreteras y pistas.
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