Prevenir para no lamentarse
A propósito del naufragio del crucero italiano 'Costa Concordia', por no prever unos arrecifes de la isla del Giglio, una vez más se pone de rabiosa actualidad la imperiosa necesidad de la buena coordinación y de los obligatorios simulacros de evacuación a todos los niveles y en todos los lugares donde se juntan muchas personas, sean niños, jóvenes o adultos, incluso ancianos.
La prevención es fundamental, pero en especial en la mar, en la montaña o en los centros urbanos donde se den grandes aglomeraciones. La prevención y buena coordinación no es solo contra incendios, escapes de gas, terremotos, inundaciones y huracanes, también en embarcaciones, aeronaves, trenes o vehículos de todo tipo, en especial si transportan muchas personas o mercancías peligrosas. Así como en la organización de marchas por la montaña, en los rescates o salvamentos; y en emergencias químicas, bacteriológicas, radiológicas o nucleares.
En estos tiempos hay que estar preparados para todo, por eso son tan necesarios ensayos, buena organización y formación, así como los simulacros o ejercicios de evacuación, o de confinamiento, que hay quien sigue tomándoselos a risa.