Educación y respeto ¿equivale a 100 toneladas de basura?
Recoger 100 toneladas de basura en dos noches de fiesta y presumir de que se limpió, para justificar el gasto, es una política poco razonable, cuando lo mejor sería ensuciar lo menos posible y enseñar educación ambiental y la convivencia de unos con otros. Es triste venderlo con la disculpa que se da un empleo, precario, cuando se puede dar trabajo en otras condiciones.
Esas personas podrían hacer labores preventivas y enseñar buenos hábitos a los ciudadanos.
Las secciones verdes de limpieza y prevención son fundamentales |
Hay que potenciar costumbres más saludables, copiar lo bueno de otros países y no malas prácticas para la salud, la convivencia y el medio ambiente. Si los ciudadanos están educados en el respeto a los demás ya retornarán con los desperdicios o envases vacíos a casa, si no pudieron depositarlos en los contenedores o papeleras preparas al efecto. Dejar vidrios rotos en la playa es una falta de responsabilidad hacia los demás.
Pero si se permitió que disminuya la arena de las playas por intereses ocultos que se disfrazan, no es de extrañar que la educación cívica importe mucho, por un día, o varios días, al año. Lo básico es la formación humana, el desarrollo sostenible y enseñar a todos a respetarse unos a otros y al entorno, como siempre se hizo. Pues es lamentable que el resultado sea recoger cada vez más basura y encima presumir de ello.