Entre los numerosos caminos reales o antiguas calzadas romanas que otrora eran muy usados en Asturias, destacan los que bordean la Sierra del Aramo, pues lo mismo eran empleados por arrieros y viajeros, que por los ganaderos. Incluso alguno era para traer la nieve a las heladerías-confiterías ovetenses y otros para peregrinar de una capilla a otra, así como para ir a por pan. Entre estos destaca el de Andrúas.

Por montes y valles de Asturias quedan restos de vías romanas, que al no estar catalogadas por los responsables culturales del Principado, suelen destruirse al trazar sobre ellas pistas o carreteras. Y, lo que duró en la Naturaleza siglos, ahora por desidia o ignorancia, desaparece en unos días. Repetimos una vez más, aunque hay algún político que no le guste: aún se pueden ver restos de esas calzadas, con su empedrado original, o algo reformado; y las armaduras y contrafuertes del camino, por ejemplo en el maravilloso puerto de Andrúas, en tierras quirosanas, en la ladera occidental de la Sierra del Aramo.

¡Andrúas es aún un verdadero paraíso natural!.

Los carros (o las "rastras") tenían dificultan para ir por ese camino real, entre Pedroveya, o Peñerudes y Bermiego o Barzana de Quirós, en especial en el paso de El Bocarón, donde aún se ve la dificultad y hay un tramo bien empedrado. Este camino unía las iglesias o capillas (con milenarios tejos, o "texos") de Pedroveya y Bermiego, así como la de La Merced, situada un poco antes, entre el barrio del Llano de Bermiego y las majadas, o "mayaos" de Linares o Derrotos. Por este último lugar en Las Morteras o Pando sale una senda montaraz que une esta localidad quirosana con Peñerudes (y Oviedo) por el collado de Pandelaforca. Asimismo hay otra senda que sube a las ancestrales brañas de "corros" del Aramo, situadas al pie de la Peña La Gamonal (y del afamado L´Angliru). Pero de esa zona ya trataremos en otra ocasión.

UN BOSQUE DE ACEBOS

En Andrúas (o Las Andruas o, también, Andrujas) se conserva, además, uno de los bosques de acebo mas extensos de la montaña asturiana. Puede ser el mayor de Asturias y también de la Cornisa Cantábrica. El bosque de acebos de Andrúas es muy afamado, pero poco apreciado por los lugareños y, menos aún por las autoridades. Curiosamente no le dan ningún valor a esta acebeda. Y tampoco a los restos empedrados del camino real.

Se puede ir ahora por esta antigua vía saliendo de la típica aldea de La Rebollada o Rebollá, cercana a Pedroveya. La subida es suave, pero larga, como suele ocurrir con las antiguas calzadas. Llegando en poco tiempo al collado de Canal Seca, donde sale una senda que sube al alto La Portilla, o de Serandi, que conduce a ese pueblo y Proaza. Desde ese collado y con el camino marcado, incluso con tramos empedrados, se sigue al Sur-Este, bordeando el Picu Portillu y Sierra Negra, donde ya se ven muchos acebos. Tras pasar el collado de El Bocarón nos damos con la esplendorosa vista del puerto de Andrúas, verde y amplio, con la Sierra del Aramo encima. ¡Una verdadera maravilla!. A estos puertos de pastoreo suben los ganaderos del sin par pueblo de Villamejín, por entre el espeso bosque de acebos, así como los de Bermiego y Les Agüeres de Quirós, o los de Villanueva de Santo Adriano.

 

 
EL CAMÍN REAL DE ANDRUAS

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