RESERVA NATURAL INTEGRAL DE MUNIELLOS.
REGULACIÓN LEGAL
El bosque de Muniellos fue declarado en 1982, Reserva Biológica Nacional, atendiendo a sus excepcionales valores naturales y con la intención de conservar las comunidades de flora y fauna y preservar sus recursos genéticos. Esta declaración se hizo mediante Real Decreto 3128/82, en el que se recoge además la facultad para ampliar los límites de esta Reserva Biológica. En 1988, mediante Decreto 21/88 aprobado por el Principado de Asturias, y haciendo uso de la mencionada facultad, se amplía la Reserva Biológica de Muniellos, entrando a formar parte de la misma el Monte de Valdebueyes o Valdebois y La Vallina de Abraedo del concejo de Ibias y el Monte de La Viliella, perteneciente al concejo de Cangas del Narcea.
En mayo de 2000, la Administración del Principado de Asturias, propuso esta área para su declaración como Reserva de la Biosfera ante el comité español del Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la UNESCO, el cual aprobó su declaración el 9 de noviembre de 2000.
Actualmente, este enclave ha sido declarado Reserva Natural Integral, tras su propuesta en el PORNA, mediante Ley del Principado de Asturias 9/2002 de 22 de octubre, en la que se detalla su régimen de protección y el Plan Rector De Uso y Gestión de la Reserva.
La Reserva Natural Integral de Muniellos está incluida en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
LOCALIZACIÓN
La Reserva Natural de Muniellos se encuentra en la zona suroccidental de la región, en los concejos de Ibias y Cangas del Narcea. La actual reserva está formada por tres montes: el de Valdebois, en el concejo de Ibias, el de La Viliella y el de Muniellos (la antigua Reserva Biológica) que pertenecen ambos al concejo de Cangas del Narcea.
El acceso a la Reserva es restringido, permitiendo un número máximo de 20 visitantes diarios, debiendo previamente solicitar un permiso expedido por la Consejería competente en materia de Medio Ambiente.
GEOLOGÍA
La Reserva Natural Integral de Muniellos esta asentada sobre una geología dominada por sustratos silíceos de origen paleozoico. La unidad estratigráfica que representa el grueso de los materiales de la zona es la Serie de Los Cabos, constituida principalmente por un potente nivel de cuarcitas. Otras formaciones con menor representación son las pizarras negras ordovícicas y los niveles carboníferos de areniscas, pizarras y conglomerados.
Este sustrato paleozoico se encuentra recubierto ampliamente por canchales o llerones, fruto de la intensa fracturación de las rocas por el hielo durante las etapas más frías del Cuaternario. Durante estos mismos períodos, los glaciares excavaron cubetas en la zona más alta, donde actualmente se asientan unas pequeñas lagunas, y acarrearon sedimentos formando pequeñas morrenas.
VEGETACIÓN
Los robledales de roble albar (Quercus petraea) son el tipo de vegetación dominante en esta zona. En general están muy bien conservados, hasta el extremo de que Muniellos se considera el robledal con mayor grado de naturalidad de Asturias y de la Cornisa Cantábrica. Otros bosques caducifolios como robledales de otros tipos, hayedos, abedulares y bosques de ribera, también conforman el conjunto de la diversidad de las comunidades forestales.
Se trata de una zona con muy amplias superficies de bosque, que se puede considerar el elemento principal del paisaje.
Además de los bosques descritos, Muniellos alberga singulares comunidades de turberas y áreas lacustres. En la Reserva existen seis lagunas de origen glaciar: la de la Aveizuna, la de Penavelosa, y las cuatro que componen el grupo conocido como Las Lagunas (la Grande, la de La Isla, la Honda y la de La Peña). A ellas aparecen asociadas algunas comunidades vegetales acuáticas o anfibias y, frecuentemente, valiosas turberas de esfagnos o turberas planas.
Junto a las extensas formaciones arboladas aparecen algunas zonas degradadas y deforestadas, que actualmente se hallan cubiertas por matorrales de distintos tipos.
Los fondos de valle de los alrededores de Valdebois y La Viliella, están ocupados por prados de siega.
La vegetación de alta montaña carece representación en esta zona, pues las cotas principales no alcanzan la suficiente magnitud como para albergar enebrales subalpinos.
Entre la flora protegida de Muniellos tienen especial relevancia el acebo (Ilex aquifolium) y el tejo (Taxus baccata), presentes en la mayor parte de los bosques de la región pero especialmente abundantes en algunos puntos de Muniellos.
En claros de matorral y pastizales puede observarse en la primavera una bulbosa de flores amarillas el Narciso de Asturias (Narcissus asturiensis) y en las áreas de mayor altitud una conocida planta medicinal, la genciana (Gentiana lutea), recogidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas como especies de interés especial.
FAUNA
La vida animal es asimismo rica y variada y se encuentran aquí las especies de vertebrados terrestres más valiosas, representativas o amenazadas de la fauna asturiana, como el oso, el lobo, el urogallo, la nutria, el pico mediano y el rebeco.
Sin duda el elemento faunístico más relevante dentro del área considerada, es el oso pardo cantábrico. Se constata aquí una presencia estable favorecida por las excepcionales condiciones de la zona como lugar de alimentación y refugio.
El lobo mantiene igualmente una población destacada en este sector, con áreas estables de cría y presencia de grupos familiares de relativa importancia.
Otro de los mamíferos con estatus proteccionista es la nutria, presente en la mayor parte de los ríos que discurren por la zona con distintos grados de abundancia.
En cuanto a la fauna cinegética, cabe destacar la presencia de jabalí, corzo y rebeco. Los corzos son muy abundantes en las grandes extensiones de bosques y matorrales; los rebecos, con una densidad baja, están presentes en los roquedos y los pastizales de las crestas, con un núcleo principal en torno al monte de Muniellos.
Entre las aves adquiere un mayor interés el urogallo, que alcanza aquí cifras muy notables para el conjunto regional, encontrándose sus cantaderos en los claros del robledal. Destacan también los picos mediano y menor, por su rareza y bajo estado poblacional.
Reptiles y anfibios están, asimismo, ampliamente representados, destacando los asociados a zonas húmedas del tipo turbera o charcas de montaña, hábitats relativamente extendidos en este sector.