El Llagu Sobia esta rodeado de piedras para que no entre el ganado, (que en buen número pasa allí la época estival, especialmente vacuno y equino). Teniendo este lago un aspecto "semiartificial", como las lagunas de las sierras del Aramo y Tameza, empleadas con fines ganaderos.

Desde la laguna (que está situada entre los picos La Siella y Forcadura) se llega cómodamente, en poco tiempo, a las vegas de "Afuera" y de "Adentro", donde aún quedan algunos ancestrales corros, totalmente de piedra, en pie. Y de allí a la cima del Picu La Siella (como a cualquier cumbre de esta zona) es fácil subir por senderos pastoriles, en menos de una hora. Pero teniendo cuidado con la piedra suelta o la temible niebla. Por eso siempre es mejor ir con guía y estar algo entrenados, sino con quedarnos a descansar en esas hermosas vegas, junto a los ancestrales corros de piedra, es suficiente para un día de descanso natural.

Los corros posiblemente son de origen celta, pues son construcciones castreñas y la techumbre es también de piedras, con una falsa bóveda y el dintel de la puerta de forma dolmítica. Siendo estos algo distintos a los situados en el Camín Real de La Mesa, que parece ser tienen origen extremeño, al estar en la "Ruta de La Plata".

En la vega de Canchongo hay asimismo algunos corros, como en las vegas de "Afuera" y "Adentro" (pero a esa vega es mejor ir por el pueblo quirosano de Villamarcel, o por Coañana). El regreso de las vegas de Sobia a Carrea, aconsejamos hacerlo por el mismo camino, contemplando un hermoso paisaje de los montes y valles teverganos.

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