Ha sido declarado Monumento Natural por Decreto 100/2002, además de ser declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
La Ensenada de Llodero es un brazo lateral que se abre en el margen izquierdo de la ría de Avilés, la Charca de Zeluán se sitúa próxima a la ensenada y es periódicamente inundada por las aguas del mar.
La ensenada representa los últimos restos de las antiguas marismas de la ría, desecadas y rellenadas para la instalación de grandes industrias a partir de la década de los 50, no obstante, alberga las últimas comunidades de vegetación de marisma de lo que fue el gran estuario de Avilés, aunque se limitan a fragmentos característicos de la marisma halófila. Se trata de matorrales de sosa de las salinas ( Sarcocornia perennis ), salobreña ( Halimione portulacoides ) y en algunos puntos aparece además la acelga salada ( Limonium vulgare ). Tanto ésta última como la sosa de las salinas se incluyen como plantas protegidas en el Catálogo de Flora Amenazada del Principado de Asturias.
Se trata de un lugar con una importante afluencia de aves, especialmente en épocas de migración estimándose el paso anual de entre veinte mil y treinta mil aves, llegando a censar en los años más favorables del orden de cuarenta mil. Por ello se ha construido un observatorio desde el que los ornitólogos pueden desarrollar su actividad sin molestar a las aves.
Se reconoce también un pequeño cinturón de duna blanca y otra zona más amplia de duna gris, en la que se encuentran dos especies catalogadas, una como de interés especial: la lechuguilla dulce ( Reichardia gaditana ), y otra sensible a la alteración de su hábitat: la espigadilla de mar ( Crucianella maritima ).
De entre las especies de aves recogidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas destaca la presencia en esta zona de zarapito real ( Numenius arquata ), ostrero euroasiático ( Haematopus ostralegus ) o cormorán moñudo ( Phalacrocorax aristotelis ).
Otras, como el andarríos chico ( Actitis hypoleucos ), no figuran en el catálogo de protección, pero se consideran como especies singulares por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias (PORNA).
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