En la que se incluyen aquellas especies cuya supervivencia es poco probable si los factores causales de su actual situación siguen actuando. Su declaración conlleva la redacción de un Plan de Recuperación en el que se indiquen las directrices y las medidas necesarias para eliminar las amenazas que pesan sobre ellas. Dentro de esta categoría se encuentra solamente una única especie, cuyo Plan de Recuperación está aprobado: el Oso Pardo.